miércoles, 27 de mayo de 2009

Cómo vencer la indiferencia

Vencer la indiferencia te permite volver a encontrar una dirección en la que caminar. Si eres consciente qué cosas te hacen sentir mejor y cuáles no tanto podrás saber en todo momento si te estás desviando de lo que buscabas.

Saber lo que quieres es un sentido que se desarrolla con la práctica. Aquí encontrarás el primer paso: cómo vencer la indiferencia y ser consciente de las experiencias que te hacen sentir bien.


Hace unos 3 años padecí una depresión como consecuencia de la muerte de mi madre. La indiferencia es uno de los síntomas que tenía que aún hoy me sorprende.

Recuerdo que iba de la cocina a la cama y a mitad de camino simplemente me paraba y me preguntaba. ¿Qué diferencia hay si me pongo a ver la tele, me voy a la cama, vuelvo a la cocina o me quedo aquí de pie? Me daba igual.

Todo parecía demasiado difícil. Todo costaba demasiado trabajo. Nada merecía la pena. ¿Para qué me iba a levantar si quiera de la cama por la mañana?

Tenía que ponerme en marcha o todo iba a seguir igual durante mucho tiempo.


Experimenta

Recuerda las actividades con las que has disfrutado. Intenta volver a hacerlas con las mismas personas y en los mismos lugares. Excepto cuando esté específicamente relacionado con algún suceso especialmente desagradable o hacerlo ponga en peligro tu vida, claro.

¿No se te viene ninguna idea a la cabeza? Pide sugerencias a alguien cercano, alguien que te conozca de verdad. ¿Con qué cree esa persona que puedes disfrutar tú? ¿Con qué disfruta ella?

Asegúrate de que al día siguiente harás, al menos una de estas actividades gratificantes. A mi me resulta más fácil hacer estas listas semanalmente. Así paso menos tiempo planeando y más tiempo disfrutando.

En el momento de la experiencia, céntrate en lo que estás viviendo. ¿Te distraen otros pensamientos? Céntrate en un detalle muy pequeño de la situación en la que estés y piensa en sus aspectos positivos. Cuando sientas que tus emociones han mejorado o que estás más consciente continúa disfrutando de la experiencia completa.


Analiza

Al final del día escribe, al menos, tres líneas sobre la actividad que elegiste hoy.

Recuerda el momento en el que las estabas haciendo. Siéntete como si estuvieras allí. Retoma las imágenes, siente los colores. Ahora anota las emociones que te hizo sentir la experiencia de hoy.

Por último, puntúa lo que hiciste. ¿Cuánto disfrutaste? ¿Qué contribuyó con mayor intensidad a como te sentiste?

Al principio, experimenta con un abanico amplio de situaciones, personas y actividades. Cuanta más información vayas acumulando más fácil te será detectar cuáles son las cosas que te hacen sentir bien.

Más tarde, prueba con variaciones de las experiencias que mayores puntuaciones consiguieron. Por ejemplo, si la lectura o el cine fueron ganadores en tu ranking prueba a explorar distintos tipos de libros y películas.

Vencer la indiferencia es un proceso que lleva tiempo pero sobre todo acción. Piensa ya que actividad gratificante harás mañana y, si aún tienes tiempo, haz algo hoy mismo.

¿Y tú? ¿Qué haces para vencer la indiferencia?

miércoles, 20 de mayo de 2009

El valor del dinero

¿Cuál sería el valor del dinero si no pudiéramos gastarlo?

Los medios de comunicación comentan a menudo el dinero que tienen las personas más ricas de tu país o del mundo. Escuchar cifras tan largas impresiona y en ocasiones te comparas y no sales bien parado. Pero, ¿realmente quieres tener todo ese dinero?

El dinero no tiene valor por si mismo. Lo toma de aquellas cosas por las que puede ser cambiado.

Lo único que aporta sin necesidad de ser cambiado es seguridad. E incluso esa seguridad es relativa. No sabes lo que puede pasar mañana. En un mundo en que todo el mundo busca dinero, deshacerse de él es mucho más fácil que conseguirlo.

Entonces, ¿por qué te atrae el dinero?


Estilo de vida

Las comparaciones no se quedan en los números. Comparas tu casa con sus castillos, tus muebles con sus antigüedades y obras de arte, tus vacaciones con el tiempo libre de que dispones, tu bocadillo con sus cenas en restaurantes de 3 tenedores, tu bicicleta con su jet privado...

Son unos pocos los que tienen estas cosas, los demás salimos mal parados en la comparación.

Sin embargo, ver todas esas cosas son más un espectáculo que un objetivo. Es algo tan infrecuente que llama tu atención. Y es normal. Pero si no lo quieres, no te sientas mal por no tenerlo.

Centrarse en tener “lo mejor”, “lo más caro” o “lo que está de moda” te hace manipulable. Tus objetivos dependen de lo que los demás opinan en cada momento y no de lo que tú realmente quieres.

Piensa en profundidad que mejoras materiales quieres en tu vida. Luego encuentra el camino para conseguirlas de la forma más sencilla posible. No importa si no es la forma en que normalmente se hace mientras funcione y no sea contradictorio con tus otras metas y valores.


Admiración

Si quieres tener mucho dinero, ¿qué sientes cuando oyes hablar de alguien que ya lo tiene?

Esa persona ha conseguido algo que tú deseas. Si crees que eso te dificulta tu objetivo sentirás envidia. Si piensas que puedes aprender algo del camino que siguió esa persona hasta alcanzar su meta sentirás admiración.

Al igual que en el caso anterior, cuánto más ceros añadas a tu cuenta más infrecuente será tu situación y por tanto más espectadores y con mayor asombro mirarán tus logros.

Si quieres dinero ve a por él y no te preocupes por la visibilidad que consigas. Pero si lo que realmente quieres es ser un personaje público admirado intensamente estoy seguro de que hay formas mucho más sencillas que ser una de las personas más ricas del mundo.


Poder e influencia

¿Crees que con dinero puedes hacer que las cosas sean como tú quieres sin tener que dar explicaciones a nadie?

Yo diría más bien que puedes pedir lo que quieras. El problema es que si no convences a los demás de la importancia del proyecto o de hacer las cosas de una determinada forma ese dinero no va a servir de mucho.

Para realizar grandes proyectos te hace falta colaboración. Si los colaboradores no tienen en cuenta lo que quieres estarán utilizando tus recursos para cumplir sus propósitos, sean acertados o no.

Si lo que quieres hacer es que las cosas se hagan a tu manera, lo que necesitas es liderazgo.

El dinero puede comprar el puesto, pero no el poder.


Servicio

¿Quieres ayudar a los demás? ¿Crear un mundo mejor? Estupendo. ¿Qué haces hoy para alcanzar ese objetivo?

¿De verdad crees que no puedes hacer nada sin ser multimillonario? Eso puede limpiar tu conciencia a corto plazo, pero no ayuda a nadie. De hecho, si te justificas ante otros por tu pasividad estás contribuyendo a que otros hagan igual que tú.

¿Quieres ayudar en persona a los que lo necesitan? ¿Prefieres donar una parte de tus ingresos? En ambos casos puedes probar a hacer ahora algo similar a pequeña escala.

Si no lo haces con pocos recursos tampoco lo harás con muchos.


Reconoce qué es lo que realmente quieres. El valor del dinero consiste en que puede ser cambiado por bienes y servicios. En si mismo no sirve para nada. No te ofusques en conseguirlo sólo por tenerlo.

Si tienes claro lo que buscas podrás usarlo para acercarte a tus metas. Si no, puede que acabes sacrificando lo que más te importaba.

¿Y para ti? ¿Cuál es el valor del dinero?

miércoles, 13 de mayo de 2009

Cómo controlar tu vida

¿Sientes que tu vida no es como debería ser? ¿Te preocupa fracasar si intentas conseguir lo que quieres? ¿Piensas que tu familia o amigos no tolerarían el cambio que tienes en mente? ¿Es tu situación demasiado complicada para arriesgarte a cambiarla?

El primer paso es saber lo que quieres hacer. Pero si te quedas ahí nunca cambiará nada. Para controlar realmente tu vida tienes que pasar a la acción. Acaba con las trampas mentales que te impiden conseguirlo.


Miedo al fracaso

Puede que temas las consecuencias materiales de luchar por tu objetivo. El esfuerzo, el consumo de tiempo, lo que dejas de hacer para lograr lo que buscabas... Si realmente no te satisface la vida que tienes ahora, todas estas pequeñas cosas son insignificantes. Tienes muy poco que perder y una vida llena de significado que ganar.

¿No crees ser capaz de lograr el cambio? ¿Por qué? Si has llegado a dónde estás hoy, no importa tu edad, ya has recorrido un camino muy largo. Has superado obstáculos que te has encontrado y has ganado experiencia que te será útil en el futuro.

Hoy no es más difícil lograr el cambio, es más sencillo. Lo que has logrado antes, puedes volver a conseguirlo en el futuro. Lo que ahora sacrificas por vivir una vida más plena podrías recuperarlo si cambiaras de opinión.

Esta es una de las ideas que más me ayudó a dejar de ser tímido e introvertido. No hay nada que se pierda realmente, si algo vuelve a ser una prioridad para ti podrás recuperarlo.


Acepta la responsabilidad

Llevas toda tu vida tomando decisiones. A veces hacías lo que creías mejor otras temías las consecuencias y dejabas que otros decidieran. En ambos casos era tu elección. Siempre has tenido la posibilidad de hacer las cosas de manera diferente.

Aunque formalmente otro tome la decisión, las consecuencias te afectan igualmente. ¿Qué prefieres? ¿Sentirte como una víctima o controlar tu vida y llevarla lo mejor que puedas? Te toca decidir.

No tienes la obligación de pedir permiso o de dar explicaciones por tu comportamiento. Da igual lo fuerte que sean las relaciones que tengas con tu familia, amigos, etc. A quién más afectan tus decisiones es a ti. No dejes que lo que los demás te digan suponga una barrera para pasar a la acción.

Esto no significa que no aproveches la experiencia de los que te rodean. Puede ser muy útil y sería una pena rechazarla. Si tienes claro el “qué”, los expertos pueden ayudarte mucho con el “cómo”. Pero en cualquier caso, tú tienes la última palabra.

Decidas lo que decidas piensa en las consecuencias que pueden tener tus actos y aceptalas sean cuales sean. Lloriquear no va a servirte de nada salvo para deshacerte de la libertad y el poder que habías conseguido.


Si realmente quieres controlar tu vida mantén en mente tu objetivo. Así te darás cuenta de lo relativo que es el valor de lo que tienes en una vida que no te satisface.

Arriesgar algo que no te hace feliz por alcanzar una vida plena es un buen negocio. Especialmente cuando sabes que, si cambias de opinión, puedes recuperar lo que tenías.

Al aceptar las consecuencias de tus propias decisiones, sin miedo al fracaso o la pérdida, sentirás que tienes verdadero control sobre tu vida.

¿Y tú? ¿Cómo haces para controlar tu vida?

miércoles, 6 de mayo de 2009

Cómo ahorrar dinero

Hay veces que recorres todos los supermercados de tu ciudad para encontrar el mejor precio de un cepillo de dientes. No supone un gran cambio en tu economía pero te sientes bien por haber conseguido ahorrar dinero.

Otras veces, compras sin pensar. Mucho y caro. Luego te das cuenta de que realmente no quieres lo que has comprado.

¿Por qué cambia tanto nuestra forma de utilizar el dinero?


Publicidad

El marketing influye. Recibes publicidad en tu buzón, ves carteles por la calle, pasas horas delante de la televisión viendo spots de 30 segundos... Es normal que cuando compras tu decisión sea influida por toda esa información.

En marketing se dice que es mucho más difícil crear una necesidad que intentar satisfacerla. Entonces, ¿por qué compramos cosas que no necesitamos ni nos hacen la vida más fácil? ¿Qué intentan satisfacer los publicistas con estos productos?

Presta atención a la publicidad. En la mayoría el producto no es lo más importante, sino el miedo o el vacío que tapan. Conseguir calmar esas emociones, aunque sólo sea un momento, te hace sentir bien. Ese es el servicio que realmente compras.

El problema es que el producto no hace desaparecer ni el miedo ni el vacío. Luego te das cuenta del mal uso que le diste al dinero. Y entonces, te sientes mal. A veces sientes culpa. Otras lo pagas con los que están cerca de ti. ¿De verdad merece la pena?

Luego intentas equilibrar la balanza. ¿Te han quitado algo? Ahora lo guardas todo para ti. Así te sientes a salvo.


Prioridades

Pero, ¿para qué te sirve ahorrar si nunca utilizas el dinero? Piensa en lo que es realmente importante para ti.

Haz una lista con las cosas que crees que cambiarían tu vida por completo. Puede que algunas cosas sean caras pero te darás cuenta de que la mayoría cuesta menos de lo que pensabas.

Añade a la lista las cosas que te gustaría hacer, las habilidades que te gustaría desarrollar, las experiencias por las que te gustaría pasar... Si es gratis, no es malo. Aprovéchalo.

Piensa en las cosas que quieres mejorar en tu comunidad, en tu país, incluso en el mundo. El dinero no sólo puede ayudarte a ti sino también todos los que te rodean.

No importa si lo que imaginas parece muy difícil, demasiado bueno o extraño. Tú eres la única persona que puede decidir lo que quieres en la vida. No dejes que nadie interfiera ni te censure.

¿Dudas si escribirlo o no? Mejor que quede por escrito. Así evitas que se te olvide y te comprometes más con tus metas. Además, siempre puedes cambiarlo más tarde.


Sentido

Al hacer esta lista le das sentido a ahorrar. Además, retomas el control sobre el dinero. Tú has decidido en qué vas a gastarlo, no la publicidad.

Si te resulta especialmente difícil, prueba a no leer, escuchar o ver ningún tipo de publicidad durante 30 días. A mi me ayudó a diferenciar el efecto que tenía en mi de lo que yo realmente quiero.

No pienses que todo se arregla sólo con dinero. Los mayores logros se alcanzan con la acción más que con el gasto.

El miedo y el vacío puede que sigan siendo tus motivaciones para ahorrar dinero pero ahora será más difícil que los utilicen en tu contra. Para saber qué valores son los que guían tu vida puede serte útil esta página.

Tanto para utilizar bien el tiempo como para ahorrar dinero es esencial saber que es lo que realmente quieres. Sólo así cobra sentido y consigues la motivación suficiente para mantenerte constante en la lucha por tus objetivos.

¿Y tú? ¿Qué haces para ahorrar dinero?